Por Antonio Manzano

Seducir a un abogado en este contexto no debe interpretarse de forma romántica, sino más bien como una estrategia para manejar una relación con un profesional cuyo objetivo parece ser maximizar sus ganancias a expensas tuyas. Sugerencias sobre cómo manejar esta situación y evitar que se convierta en una estafa legal.
Expresa de manera directa lo que necesitas y lo que esperas pagar. Esto evita malentendidos y deja claro que no aceptarás cobros innecesarios. Solicita que te detallen claramente en qué consisten sus honorarios y gastos adicionales. Un abogado ético debería proporcionarte una estimación clara por escrito. Si sientes que los honorarios son excesivos, consulta con otros profesionales del mismo campo para entender si las tarifas son razonables. Busca opiniones o referencias de otros clientes. Las reseñas negativas pueden ser una señal de comportamientos poco éticos o abusivos. Exige un contrato por escrito que especifique el alcance del trabajo, los costos asociados y los términos de pago. Asegúrate de que esté firmado por ambas partes y que te proporcione una copia. Si es posible, incluye en el contrato cláusulas que limiten los costos adicionales no acordados o que obliguen al abogado a consultarte antes de realizar cualquier gasto extra.
Revisa cada factura que recibas para asegurarte de que los servicios cobrados son los que efectivamente se te brindaron. No dudes en preguntar por cada línea de la factura que no entiendas o que te parezca inflada. Un abogado honesto debería poder justificar cada gasto. Si el abogado parece estar sobrecargando los costos, sutilmente menciona que estás bien informado sobre tus derechos legales y sobre los estándares éticos que los abogados deben seguir. Si el conflicto por los honorarios persiste, podrías sugerir recurrir a un arbitraje o mediación a través del colegio de abogados o una organización independiente.
Si sientes que el abogado está intentando aprovecharse de ti, consulta con otro profesional para verificar si las tarifas y los servicios son razonables. Si la situación no mejora y consideras que la relación está dañada, cambia de abogado. Asegúrate de revisar cualquier cláusula de penalización en el contrato antes de tomar una decisión. Si el abogado incurre en prácticas ilegales o poco éticas, considera presentar una queja formal ante el colegio de abogados local o cualquier entidad reguladora pertinente. Los abogados están sujetos a regulaciones estrictas que deben seguir. Recuerda que la transparencia y el control sobre la relación con un abogado son fundamentales para evitar abusos. No permitas que la situación te abrume y busca apoyo legal si sientes que estás siendo manipulado o explotado
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