
Por ANTONIO MANZANO
En Jalisco, como en muchas otras partes del mundo, ha habido un creciente interés por la educación basada en el método Montessori, pero este aumento también ha dado lugar a la aparición de falsos colegios Montessori. Estos centros se promocionan utilizando el nombre de Montessori, pero no siguen fielmente los principios ni la metodología desarrollada por María Montessori. Se exploran en las líneas que siguen los aspectos más comunes asociados con los «falsos» colegios Montessori y por qué es importante diferenciarlos de las instituciones auténticas. Un colegio Montessori auténtico suele estar acreditado por organismos internacionales o nacionales que verifican la aplicación del método según los estándares originales. En México, instituciones como la American Montessori Society (AMS) o la Asociación Montessori Internacional (AMI) garantizan que los colegios aplican correctamente la filosofía Montessori. Los falsos colegios no cuentan con este reconocimiento y, a menudo, los maestros no tienen una formación adecuada en la metodología Montessori.
En los colegios que no aplican correctamente el método, es común observar la falta de libertad de elección: en lugar de permitir que los niños elijan sus actividades dentro de ciertos límites, se les imponen tareas o un plan de estudios rígido. Hay poca o ninguna autonomía y el enfoque se centra más en el control del maestro que en el aprendizaje autodirigido del niño. Las aulas no están diseñadas para fomentar la exploración independiente y el uso de materiales manipulativos.
Un signo evidente de que un colegio no sigue el verdadero enfoque Montessori es el uso inadecuado o limitado de los materiales Montessori auténticos. Estos materiales son clave para el desarrollo del niño, ya que están diseñados específicamente para fomentar el aprendizaje sensorial y el autoaprendizaje. En los falsos colegios se utilizan materiales convencionales o didácticos que no corresponden con el diseño de Montessori. Los materiales están incompletos o no se usan de manera progresiva, lo cual limita el proceso de aprendizaje independiente del niño. Un factor crucial en la metodología Montessori es la formación especializada de los maestros. Los educadores Montessori deben pasar por una formación exhaustiva que les permita observar y guiar a los niños en su proceso de aprendizaje de manera adecuada. En los falsos colegios, los maestros no están certificados en Montessori. No conocen los principios de observación ni saben cómo aplicar la enseñanza individualizada. El enfoque puede parecer similar al de un colegio tradicional, con el maestro actuando como autoridad principal en lugar de guía.
En un entorno Montessori auténtico, se promueve la libertad con responsabilidad. Los niños eligen las actividades que más les interesan, desarrollando una profunda concentración y autodisciplina. En muchos falsos colegios, la estructura es más convencional, con los niños siguiendo un horario fijo sin oportunidad para la exploración autónoma. Esto contradice uno de los principios básicos del método Montessori. El entorno en un verdadero colegio Montessori está preparado para permitir la independencia del niño, con materiales accesibles y adaptados a su tamaño. En los falsos colegios, las aulas suelen no estar adecuadamente organizadas para permitir que los niños se muevan libremente, elijan sus actividades o trabajen de manera independiente.
El método Montessori se caracteriza por la evaluación cualitativa a través de la observación, en lugar de exámenes estandarizados. Sin embargo, en los falsos colegios, es común el uso de exámenes tradicionales y calificaciones que no están alineadas con la pedagogía Montessori. Si estás buscando un colegio Montessori en Jalisco, es importante investigar y verificar que cumpla con los estándares auténticos. Para identificar si un colegio sigue el método Montessori de manera adecuada es necesario solicitar acreditaciones y certificaciones. Es necesario preguntar si el colegio está acreditado por organizaciones reconocidas como la AMS o AMI. Estas acreditaciones garantizan que la institución sigue los principios Montessori auténticos.
Téngase en cuenta la formación del personal docente. Es necesario verificar si los maestros cuentan con formación oficial en el método Montessori. Una certificación válida implica una capacitación especializada en pedagogía Montessori. Hay que visitar las instalaciones y observar si el entorno está diseñado de acuerdo con los principios Montessori, con materiales accesibles, organizados por áreas de aprendizaje (vida práctica, sensorial, matemáticas, etc.) y adecuadamente dispuestos para el autoaprendizaje. Hay que asegurarse que el colegio utiliza materiales Montessori originales y que son empleados de manera correcta, siguiendo el proceso gradual de aprendizaje. Un colegio Montessori auténtico permite a los niños elegir libremente sus actividades dentro de límites claros, favoreciendo la autodisciplina y la independencia. Se observa si el colegio respeta el ritmo de aprendizaje individual de los niños. Un verdadero colegio Montessori fomenta la observación y la enseñanza personalizada en lugar de seguir un currículo rígido. En definitiva, los falsos colegios Montessori en Jalisco presentan un problema al ofrecer una versión distorsionada de la metodología Montessori, lo que puede afectar el desarrollo y la experiencia educativa de los niños. Es importante para los padres y tutores ser conscientes de estas diferencias y buscar colegios que sigan fielmente los principios y la filosofía de María Montessori.
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