Autenticidad y falsedad de las relaciones sentimentales por internet

Por ANTONIO MANZANO

Las relaciones por internet han ganado popularidad por varias razones sociales, culturales y tecnológicas. Aunque cada relación es única y puede ser sincera o engañosa, hay factores clave que impulsan esta preferencia y determinan su autenticidad. Hoy en día, las plataformas de redes sociales y aplicaciones de citas permiten conocer a personas de cualquier parte del mundo de forma rápida y sencilla. Esto ha facilitado la creación de relaciones con personas que comparten intereses o características que no siempre se encuentran en el entorno inmediato. Para muchas personas, la conexión online ofrece una posibilidad de encontrar alguien compatible, algo que en el pasado habría requerido de más tiempo y recursos. Las personas pueden entablar relaciones desde la comodidad de sus casas, sin necesidad de hacer planes o dedicar tiempo a citas físicas, algo que para muchos es práctico y atractivo. Esta flexibilidad permite conocer a otros y construir un vínculo en horarios convenientes, lo cual resulta muy cómodo en una época en que muchos viven con agendas llenas.

Al no tener la presión de la interacción física, algunos se sienten más cómodos expresando aspectos de su personalidad que quizás no compartirían cara a cara. Esto permite a muchos ser más honestos y vulnerables, lo que, en ocasiones, puede llevar a la creación de conexiones más profundas y significativas. Sin embargo, esta sinceridad también varía: algunos pueden crear una identidad falsa o exagerada debido a la falta de contacto directo. En muchos casos, las personas buscan en las relaciones en línea una conexión emocional profunda que no logran encontrar en su entorno cercano. Esto puede deberse a la facilidad de encontrar comunidades específicas y personas afines en internet. Para quienes tienen dificultades para socializar cara a cara o que no encuentran alguien afín en su entorno físico, internet se convierte en un medio para crear vínculos emocionales importantes.

                La sinceridad o engaño en estas relaciones depende mucho de los individuos, y en gran parte, de la intención de cada uno. Algunas personas buscan relaciones genuinas, mientras que otras pueden crear perfiles falsos o exagerados para captar atención o entretenerse sin un compromiso real. A esto se le conoce como “catfishing,” en el que alguien se hace pasar por otra persona para manipular emocionalmente a la otra parte. Sin embargo, no todas las relaciones en línea caen en esta categoría, y existen muchas relaciones sinceras que incluso llevan a encuentros físicos y compromisos duraderos. La posibilidad de mantener cierto grado de anonimato en línea puede hacer que algunos se sientan más cómodos en mostrar su verdadero ser, pero también permite que otros actúen con poca ética, sabiendo que no hay consecuencias inmediatas. Esto a veces puede llevar a engaños, pero también permite a otros actuar con una mayor autenticidad.

Las personas que buscan un vínculo verdadero tienden a construir relaciones de manera transparente y con expectativas claras. Si ambos miembros de la relación tienen la misma visión y deseos, suelen ser relaciones sinceras. En cambio, cuando alguien quiere evitar el compromiso o simplemente busca una relación superficial, puede usar el medio en línea para no involucrarse de forma completa. En algunas relaciones en línea, las personas pueden inventar detalles de su vida o personalidad para impresionar. Sin embargo, muchas relaciones también se construyen en un nivel de honestidad alto, especialmente si evolucionan hacia llamadas de video, donde la autenticidad es más difícil de disimular. Las relaciones por internet pueden ser tanto sinceras como engañosas, dependiendo de las intenciones de las personas involucradas. Si bien es cierto que la plataforma digital permite la creación de personajes falsos y la manipulación emocional, también facilita conexiones profundas y genuinas que, de otra forma, podrían no haber sido posibles. Para que una relación en línea sea genuina, ambas partes deben ser honestas y transparentes, trabajando para que el vínculo evolucione más allá de la pantalla